Presentación

En primer lugar, me gustaría saludaros y daros la bienvenida a este nuevo canal de comunicación.
Mi nombre es Elena Cabeza y soy licenciada en Filología Hispánica, doctora en Lingüística Clínica y logopeda.
Me gustaría que este blog fuese un punto de encuentro para padres, profesores y personas interesadas en déficits lingüísticos, su evaluación y su intervención.
Llevo trabajando catorce años en el área clínica, en la detección, evaluación e intervención de alteraciones lingüísticas de todo tipo tanto en niños como en adultos.
Debido a mi formación en Filología conozco con profundidad los fundamentos del lenguaje y la Lingüística y en mi experiencia profesional he tenido acceso a la puesta en práctica de esos conocimientos teóricos para la detección y la reeducación de los déficits lingüísticos.
El objetivo de este blog va a ser el de proporcionar información acerca de qué son los déficits lingüísticos y cómo y cuándo se pueden detectar e intervenir. Asimismo publicaremos y daremos cuenta de noticias, personas y sucesos que tengan relación con el ámbito de la Lingüística Clínica.

miércoles, 13 de marzo de 2013

INDICADORES DE DESARROLLO DEL LENGUAJE ENTRE LOS 0 Y 1 AÑOS





Desarrollo de la comunicación y lenguaje

En esta entrada voy a tratar de destacar los hitos lingüísticos que indican un adecuado desarrollo del lenguaje en los niños. Los he distribuido de tres en tres meses.
Es importante tener en cuenta que pueden darse diferencias en el desarrollo de cada niño ya que en este proceso intervienen variables determinantes que tienen que ver con las características personales y con el ambiente socioafectivo en el que se desenvuelve y que van a incidir en la manera en la que el niño va a enfrentarse al lenguaje.
En cada una de las etapas es conveniente incluir unos signos de alarma de carácter orientativo.
Para evitar falsas alarmas, dadas las edades y el período evolutivo, es imprescindible que se den simultáneamente al menos dos de los signos indicados y siempre cuando finaliza cada etapa.
 En ocasiones puede ocurrir que se mantengan situaciones en que estén presentes algunos signos de alarma correspondientes a etapas anteriores, en este caso, es recomendable consultar a un especialista.

0-3 meses


1. Localiza sonidos laterales moviendo la cabeza.
2. Realiza balbuceos y sonidos guturales.


3-6 meses



3. Emite sonidos para atraer la atención del adulto.
4. Realiza reduplicaciones (ma-ma; gu-gu; pa-pa...) repitiendo cadenas silábicas de consonante más vocal.


6-9 meses



5. Localiza sonidos procedentes de diferentes direcciones.
6. Muestra agrado y realiza movimientos ante canciones infantiles.


9-12 meses



7. Emite las primeras palabras con significado.


SIGNOS DE ALARMA
1. No sonríe a las personas conocidas.
 
2. No se interesa por lo que le rodea.
 
3. No emite ningún sonido para atraer la atención.
 
4. Nunca llora ni protesta ante la ausencia de personas muy cercanas y familiares.
 



NOTA:



Estos signos tienen carácter orientativo y para evitar falsas alarmas, es conveniente que se den al menos dos de estas condiciones al finalizar cada etapa.


 














miércoles, 6 de marzo de 2013

La disfemia infantil



Esta entrada la hago pensando en Manuel, el hijo de una amiga que está preocupada porque está tartamudeando desde hace unos meses. Las preguntas que me hace se pueden resumir en:
¿Qué hacer?
¿Necesita ayuda profesional?
¿Le pasará?
Estas son algunas de las preguntas comunes que se hacen las familias que tienen a un hijo que empieza a tartamudear.
¿Qué es el tartamudeo?
El tartamudeo es un trastorno de la comunicación que hace que la persona repita silabas de palabras, alargue los sonidos de algunas letras, haga pausas inapropiadas cuando habla o haga gestos faciales extraños cuando le cuesta articular ciertas palabras.
¿Es normal que los niños pequeños tartamudeen?
Muchos niños tartamudean durante su primera infancia cuando están aprendiendo a hablar y esto se considera normal en su desarrollo. Según la Fundación Estadounidense para el Tartamudeo, el 20% de niños pasan por una etapa en su desarrollo en que su producción de lenguaje preocupa a sus padres. De estos, un 5% tartamudea durante más de seis meses y un 1% continúa con este problema pasada la primera infancia.  Se cree que si los niños empiezan a tartamudear antes de los tres años y medio tienen muchas más probabilidades de dejar de tartamudear en unos 6 meses que si empiezan después de los tres años y medio. Los niños tienen tres veces más posibilidades de tartamudear que las niñas.

¿Cuáles son las causas del tartamudeo?
Las causas del tartamudeo no son del todo conocidas. Se cree que la genética puede ser un factor importante en causar el tartamudeo aunque no conocemos un gen que podamos identificar para este trastorno. También existe el tartamudeo neurogénico, donde hay un problema entre el cerebro y los nervios o músculos que impiden la coordinación de la producción del lenguaje. Pero la causa más común continúa siendo el desarrollo. Durante los años en que desarrollamos el lenguaje, los niños tienen dificultad para producir lo que quieren decir. El tartamudeo causado por el desarrollo normal es el que se supera más fácilmente.
A menudo los niños que tartamudean hablan deprisa y con dificultad. Esto hace que pensemos que estas son las causas del tartamudeo y pensemos que si hablan más despacio lo harán menos. Pero no es así, los niños que tartamudean hablan rápido para evitar tartamudear o para que no se noten los errores que cometen. Así que la ansiedad que observamos, es más el resultado del tartamudeo que su causa.
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene un problema?
La mayoría de niños entre el año y medio y los cinco años demuestran signos que pueden parecernos de tartamudeo. Pueden repetir silabas de palabras una o dos veces, pueden hacer sonidos como “um” o “er” cuando no encuentran el sonido o palabra que quieren decir y podemos ver como estos signos van y vienen, a veces desapareciendo unas semanas y volviendo a aparecer. Estos síntomas acostumbran a desaparecer por completo cuando el niño consigue más fluidez al hablar.
Algunos niños demuestran síntomas más severos, repitiendo sílabas de palabras más de dos veces, demostrando tensión en la cara cuando hablan, aumentando el tono de su voz con las repeticiones o perdiendo su respiración a medida que repiten las sílabas. Aunque estos síntomas van y vienen, acostumbran a estar más presentes que no. Si los padres ven que su hijo tartamudea con frecuencia, demuestra mucha tensión en los músculos de la cara cuando lo hace, si está evitando ciertas palabras o sonidos y si estos síntomas le duran entre 6 meses y un año es recomendable que reciban una evaluación por un especialista del habla (logopeda) que esté especializado en el tartamudeo.
¿Qué pueden hacer los padres en casa?La Asociación Estadounidense de Tartamudeo nos recomienda los siguientes 7 pasos para ayudar al niño que tartamudea:
  1. Habla con tu hijo de manera pausada, sin demostrarle ninguna prisa
  2. Reduce el número de preguntas que le haces a tu hijo– en general los niños se sienten más cómodos hablando cuando lo hacen libremente, sin responder a preguntas específicas.
  3. Demuéstrale a tu hijo que estás escuchando lo que te dice, el contenido y no el cómo te lo dice.
  4. Dedica un tiempo cada día para hablar con tu hijo de manera tranquila. Durante este tiempo, déjale hablar libremente, escúchale con atención y háblale calmadamente, haciendo pausas.
  5. Ayuda a todos los miembros de la familia a tomar turnos cuando hablan y a escucharse los unos a los otros. Especialmente si tienes más de un hijo.
  6. Prueba a no criticar, corregir o interrumpir a tu hijo cuando está hablando.
  7. Por encima de todo, hazle sentirse querido y aceptado por quién es, tal y como es.

Día Europeo de la Logopedia, 6 de marzo

Hoy, 6 de marzo, es el día Europeo de la Logopedia.
Es una buena oportunidad para dar a conocer esta profesión. En este enlace se describe en qué consiste el trabajo de un logopeda y qué tipo de déficits puede tratar.
Además, os adjunto el comunicado realizado por AELFA (Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología) con motivo de la celebración de este día.
Comunicado día europeo de la Logopedia

sábado, 16 de febrero de 2013

Fundación LENA

La fundación LENA diseña herramientas para recoger, estimular y tratar el habla en período de desarrollo.
http://www.lenafoundation.org/#

Bebés bilingües aprenden sus gramáticas a partir de los siete meses de edad

Bilingual babies know their grammar by 7 months

Un nuevo estudio de la Universidad Británica de Columbia y la Universidad Descartes de París estima que los bebés, desde los 7 meses, pueden distinguir y empezar a aprender dos lenguas con estructuras gramaticales bastante diferentes.

jueves, 14 de febrero de 2013

Organización del prelenguaje en niños con necesidades educativas especiales


Michelle Turner explica cómo los bebés con retraso en el desarrollo del lenguaje pueden empezar a aprender esquemas de movimiento para hablar y otros hitos de desarrollo.

El grito

Los primeros sonidos emitidos por el niño no pueden calificarse como lingüísticos. En realidad, muchos de ellos solo pueden ser considerados como prelingüísticos porque se producen en una etapa anterior a sus primeros intentos lingüísticos. En consecuencia podemos hablar de tres fases sucesivas: el período del grito, el período del gorjeo y el primer lenguaje.

De éstos solo el primer lenguaje puede valorarse como lingüístico.

 Gritos de bebé

El grito es el primer sonido que emite el niño.
 
No tiene función ni intención comunicativa. Desde el momento del nacimiento, el niño grita o chilla por simple reflejo ante el comienzo de la respiración aérea que sustituye los intercambios de oxígeno anteriores dentro del útero materno.
Durante varias semanas, el grito constituye su única manifestación sonora, que no lingüística.
Esta producción de sonidos es casual pero pronto se convierte en un juego por parte del niño. Así consigue experimentación y fortalecimiento de los elementos fisiológicos que luego intervendrán en la articulación del lenguaje.
Aunque el grito no tiene valor lingüístico, en cuanto el niño descubre su influencia en el entorno se convierte para él en un instrumento de apelación más que de comunicación.
De todas formas, el grito del niño, incluso el grito intencionado, no puede considerarse como lenguaje, ya que no está constituido por elementos discretos.